ESPAÑA.- Casi un mes después de las elecciones españolas del 20 de diciembre, que dejaron el país al borde de la ingobernabilidad, Mariano Rajoy advirtió ayer que la formación de un Ejecutivo poco estable sería “lo peor para España”. “Dar un mensaje de inestabilidad e incertidumbre es muy negativo”, expresó en la ciudad de Zamora.
Sus palabras tienen lugar antes de que el rey Felipe VI inicie la ronda de reuniones con los grupos parlamentarios españoles con el fin de proponer cuanto antes a un candidato para investir como presidente del Gobierno.
Todo apunta a que sea el propio Rajoy, pero el jefe del Ejecutivo en funciones no lo tiene fácil para lograr los apoyos necesarios tras los resultados obtenidos por su Partido Popular (PP) en los comicios de diciembre, en los que fue la fuerza más votada, pero quedó lejos de la mayoría absoluta.
El líder conservador insistió en que la fórmula más sensata es una gran coalición a la alemana con el Partido Socialista (PSOE) y con Ciudadanos, segunda y tercera fuerza en el Parlamento, respectivamente. “Tendría dos virtudes: en los temas fundamentales estaríamos de acuerdo y serviría para hacer las reformas que necesita España y para consolidar la recuperación económica”, dijo.
Pero el líder del PSOE, Pedro Sánchez, rechaza esta propuesta y apuesta por tratar de formar un Gobierno alternativo con otros partidos. Para ello, tendría que contar previsiblemente con los izquierdistas de Podemos y con otras formaciones regionales. (DPA)